lunes, 8 de diciembre de 2014

A dos por cuatro




 No sabría describirte en una hoja de papel, ni en el aire.

Te sigo viendo cada noche.
Cómo te escondes bajo la almohada, me desordenas el pelo, las ideas y el corazón.
Cómo en este silencio me cantas una discreta nana hasta que me duermes y  te vas.
No lo hagas más, te estoy notando. Bien dentro, donde las notas de tu canción bailan un compás binario, de subdivision todos los pétalos que no asintieron, que desistieron y persistieron al deshojar la margarita.

Me faltas y me falto. Te necesito y me necesito.
Uno de los dos va a tener que volver y espero no ser yo. De lo contrario me dedicaría a no arrancar otra flor, solo para verte llegar con tu sonrisa de triunfador, mientras me dices que has ganado.
O sin ella.

Ver cómo eres tú el que acabas volviendo, aunque solo sea para que te vea marchar otra vez.
 Verte llegar, sabiendo que nunca te has ido del todo.

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