viernes, 28 de noviembre de 2014

A desconocidos


 



La pérdida es inevitable, irrevocable e insaciable. Símil de la poesía.
Esa poesía que te llega, aunque venga de muy lejos, o venga de tan cerca que ni siquiera te percataste de ella. Pero te llega, lo hemos visto todos, incluso tú.
Y ya que hemos sacado el tema, TÚ.

Explicamelo una y otra vez hasta que la cabeza me de vueltas, o las vueltas las de yo por tí, en un intento de encontrarte.
Hasta que me duela la barriga, de todas las mariposas que se dignan a no irse, por si acaso.
O hasta que me duela la garganta de tanto gritar que nunca te vayas del todo.
En tal caso explicame porque no estas en casa a las 22:17 de un martes cualquiera, o que hago yo en la mía si no es para que te disculpes 5 veces, me llames 4, vengas 3 veces al día, me saques de quicio 2 o me des 1 beso de esos que te quitan el aliento y las ganas de.

Entonces, esperare en silencio.
Lanzando versos a lo que quieran escuchar.

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